martes, 9 de junio de 2009

LOS ESTILOS DE APRENDIZAJE

Estilo de aprendizaje es el conjunto de características psicológicas que suelen expresarse conjuntamente cuando una persona debe enfrentar una situación de aprendizaje; en otras palabras, las distintas maneras en que un individuo puede aprender. (http://es.wikipedia.org/wiki/Estilo_de_aprendizaje)

El concepto de los estilos de aprendizaje se encuentra directamente relacionado con la concepción del aprendizaje como un proceso activo. Si consideramos que el aprendizaje equivale a recibir información de manera pasiva, entonces lo que el receptor de este aprendizaje, esto es, el alumno, haga o deje de hacer, o piense, no es muy importante, pero si, contrariamente, entendemos éste como “la elaboración por parte del receptor de la información recibida” es evidente que cada uno de nosotros adquirirá la información, la elaborará y la vinculará en base de sus propia características. Así pues, no todos presentamos una misma forma de procesar y usar esta información.

Modelos de aprendizaje:

Cognitivo: comprensión, integración y evocación
Por descubrimiento: descubrimiento por sí mismo de conceptos y destrezas
Asociativo: asociación de estímulo-respuesta
Observacional: aprendizaje por imitación
De destrezas: integración de tareas que requieren respuestas motoras
Cooperativo: organización social para el logro de metas comunes
Constructivo: reestructuración del conocimiento
Experiencial: reflexión sobre la propia práctica

LOS NIÑOS MÁS LISTOS QUE NUNCA

Una vez debatidas ambas cuestiones, lee el artículo de Vicente Verdú que aparece en el Anexo. ¿Qué información aporta este documento a las conclusiones que previamente habíais trabajado? ¿Cambia en algo vuestra percepción previa sobre el “nivel educativo”? ¿En qué sentido?


ANEXO
Artículo “Los niños son más listos que nunca”, Vicente Verdú.
EL PAÍS 26/01/2006, p. 34
Todos los padres lo saben: los niños de ahora son más listos que los de antes. La propia ciencia lo avala: hace veinte años los diferentes tests de inteligencia registraban para el alumno común un resultado en torno a los 100 puntos pero actualmente son casi 120. En menos de dos décadas se ha ganado una quinta parte de inteligencia. ¿Continuaremos pues afirmando que la especie se degrada, que la sociedad se empobrece, y que el saber va de mal en peor? Los niños resultan ser más inteligentes porque crecen en un entorno más diverso y repleto que les enriquece tanto como les exige hacerse más sabios. Las intrigas de los telefilmes o los videojuegos actualmente multiplican al menos por tres el grado de complejidad que veíamos, hace treinta años, en las series de TVE. Frente al repetido diagnóstico de los adultos empeñados en descalificar a los adolescentes porque no leen, se opone la evidencia de que el conocimiento no se obtiene ya en las profundidades de la cultura escrita sino en las superficies del plano audiovisual. Este medio, expresado en pantallas, impactos y golpes de vista, posee una condición sustantivamente distinta. Ante el libro es indispensable aplicarse: saber esforzarse porque este saber y el esfuerzo de saber forman una hipóstasis práctica y moral erigida en virtud esencial. Sartre hacía ver en Qué es la literatura la materia inerte que constituyen de hecho los negros renglones de un libro. La página se abre y sólo vemos un enjambre de garabatos en fila. Este objeto venerado por la cultura culta carece de colores, sonidos o sugestiones simbólicas, prescinde de evocaciones gráficas y de música ambiental. Es la escritura por sí misma: el conocimiento oculto bajo el grabado abstruso. Para dar vida a ese ornamento de tinta seca es necesario inyectarle nuestra atención mental y emocional, vivificarlo con nuestra vida. Los celos, los odios, el amor de una novela son nuestras propias emociones trasfundidas sobre la letra muerta. “La letra con sangre entra”. Y, al revés: la sangre en la letra entra.
Este sistema de conocimiento, unido a la atención intensiva, ha sido desplazado gradualmente por el conocimiento y la experiencia extensivas. Se aprende ahora no tanto por la profundidad de la lectura como de la superficialidad de la vista, el olfato y el oído. Se aprende panorámicamente, abigarradamente, y no polarizadamente. Así, al igual que el mundo, en general, tiende al trabajo en red, el saber se hace un tapiz tramado en las pantallas, los viajes, los nexos múltiples. Lo superficial fue indisolublemente asociado a lo trivial y lo profundo a lo importante. Lo relevante, sin embargo, ahora es el saber extensivo, múltiple, en superficie y los posibles planes de estudio deberían tenerlo en cuenta. Hasta hace poco, podíamos decir que todo el saber se hallaba encerrado en los libros. Ahora, todo el saber que de verdad importa se encuentra en las pantallas y sus metáforas. Los adultos formados en los libros no podemos llegar a saberlo bien. No podemos llegar bien a ese saber. De hecho, cada vez mayor número de empresas de nueva planta se basan en encuestas dirigidas a adolescentes para orientar sus producciones.
Desde luego, las firmas de videojuegos emplean niños como beta-testers o probadores, a pesar de que la media de edad de sus usuarios se encuentra en los 32 años y no cesa de crecer. Pero, como señala Infonomía, “¿quién mejor que ellos para mejorar un juego visual, teniendo en cuenta cómo han desarrollado la parte del cerebro que procesa las imágenes? Incluso otro tipo de empresas, como la suiza Brainstore, usa a niños y adolescentes para responder a los retos de grandes multinacionales considerándolos a ellos los únicos capaces de revelar ideas radicalmente nuevas. ¿Se podrá, en consecuencia, seguir sorteando la realidad de una mutación en la cultura? ¿Podrá detenerse la insistencia en los contenidos y virtudes de la educación tradicional? ¿Será esperable, en fin, no agravar más el descrédito de la escuela y, de paso, la indolencia del alumno y la pandémica depresión del profesorado?


Este artículo nos habla de que los niños han aumentado considerablemente su nivel de inteligencia, y se nos invita a dejar de lado la creencia de que la sociedad está en declive en este sentido. Pues, como podemos observar, los niños de hoy se están desarrollando en un ambiente con gran riqueza de conocimientos, y no sólo por parte de los libros, sino también a través de los medios de comunicación, los cuales están influyendo actualmente sobremanera.
El autor realiza una reflexión sobre nuestra actualidad, y llega a la conclusión de que la sociedad se está transformando, y las nuevas tecnologías nos están invadiendo en muchos sentidos, sobre todo a los más jóvenes. En el artículo se nos habla del incremento de conocimiento del mundo que actualmente poseen los niños, puesto que se están criando rodados de un contexto donde prima la era de la tecnología. En ella se están desarrollando de manera vertiginosa a través de los ordenadores, internet, los influyentes medios de comunicación y audiovisuales, así como también, aunque, en mi juicio, en menor medida, de los libros. En este sentido, los niños de antaño no tenían la oportunidad que se tiene ahora de nutrirse de todo tipo de factores que hemos señalado, pues antes sólo podían limitarse a textos y documentos escritos, o si cabe, de por la vía oral. Así pues, nos podemos percatar de que la nueva forma de enseñanza que se imparten hoy día a los niños es mucho más llamativa y motivadora para ellos, pues ahora, además de leer, pueden oir, tocar, incluso participar dentro del proceso de su propia enseñanza. Esto es positivo para ellos, y por ello se debe aprovechar la oportunidad que hoy día se les brinda de poder unir en un mismo factor, aprendizaje y diversión.

MI ESTILO DE APRENDIZAJE


Diagnostica tu propio estilo de aprendizaje

Para ello debes completar el cuestionario en papel que hemos proporcionado en clase. Se trata del cuestionario de estilos de aprendizaje (CHAEA) elaborado por Catalina M. Alonso, Domingo J. Gallego y Peter Honey. También puedes acceder al mismo en Internet en este enlace: http://www.estilosdeaprendizaje.es/menuprinc2.htm y cumplimentarlo on-line. Una vez elaborado individualmente, dibuja una gráfica representativa y reconoce tu propio perfil, teniendo en cuenta que cada uno de nosotros generalmente desarrolla más alguno de los estilos. Interpreta los resultados, formulando las consecuencias prácticas para afrontar próximos aprendizajes.

Tras completar dicho cuestionario, predomina en mí una personalidad de carácter reflexivo, que se caracteriza, principalmente, por los siguientes rasgos: ponderación, concienciación, receptividad, análisis y carácter exhaustivo. Así pues, destaca en mí la preponderancia a anteponer la reflexión ante la acción. Así pues, para mejorar y optimizar este estilo personal de aprendizaje, se ha de incidir tanto en los bloqueos que me lo impiden, como diversas orientaciones para superarlos. Así, entre dichos bloqueos se encuentra una escasa planificación, preferencia a los cambios de actividad, resistencia a la escucha analítica resistencia a la expresión escrita e inclinación por la acción, entre tantos otros. Entre los métodos más significativos para mejorar y paliar estos bloqueos, cabe destacar la práctica de la observancia, la reflexión cotidiana, la revisión sistemática de los acontecimientos, investigar diversas fuentes, plasmar ideas por escrito y elaborar argumentos, entre otras tantas técnicas que ayudarán a esta acción.





NIVEL EDUCATIVO

¿A qué nos referimos cuando hablamos de “nivel educativo”?
El nivel educativo en España ¿está subiendo o bajando en los últimos años?

Al hablar de “nivel educativo”, nos estamos refiriendo al conjunto de conocimientos que poseemos en base al sistema educativo, esto es, al aprendizaje que adquirimos de carácter teórico, cultural, concerniente a nuestro nivel cultural, de lectura y expresión escrita y oral, madurez cultural, etc., que hemos adquirido en nuestro ciclo vital. Hoy en día, la tasa de analfabetismo se ha paliado considerablemente. Si bien, según datos corroborativos, el nivel educativo de nuestro país se encuentra a la cola de los países desarrollados. El informe PISA 2003, desvela que los alumnos españoles “suspenden” en nivel de lectura, matemáticas, etc., quedando por debajo de países como Finlandia, Irlanda o Polonia, entre otros, los cuales se afirma han mejorado extraordinariamente en los últimos años gracias al método educativo y al sistema de valores. Se confirma, así pues, el incremento de fracaso escolar en nuestro país, encontrándose, según el mencionado informe, entre los puestos 21, 22 y 23 en cuanto a lectura, matemáticas y ciencia respectivamente, de entre los 28 países de la OCDE analizados. (http://www.fluvium.org/textos/familia/fam202.htm)

Según el diario El País, se da por supuesto que el sistema educativo español está en crisis. Con todo, cabe mencionar que tampoco nunca habíamos tenido una juventud con un nivel educativo tan alto. En este sentido, sería útil visitar la dirección web citada, en donde el autor José Saturnino Martínez, del periódico El país, realiza una reflexión crítica ante esta situación:
http://www.elpais.com/articulo/educacion/Baja/nivel/educativo/elpedupor/20051121elpepiedu_8/Tes

MOTIVOS INTRÍNSECOS Y EXTRÍNSECOS

Con relación a la motivación, reflexiona personalmente y en grupo sobre los motivos intrínsecos y extrínsecos que te/os llevaron a cursar esta Diplomatura.

Entre los motivos extrínsecos que me llevaron a cursar esta titulación, se encuentran, entre otros factores, la sociedad en la que vivimos. Pues situaciones externas a mí, pero que hicieron concienciarme de lo que pasa realmente en el mundo (discriminación, injusticia, maltrato, drogodependencia, barreras…) me empujaron a esta titulación, en la que encontré, tras mucho buscar, la posibilidad de llevar a cabo una profesión acorde a mis objetivos en la vida. Así pues, el hecho de cursar esta doble diplomatura fue sobre todo por la mayor amplitud tanto de conocimientos como laboral.

Entre los motivos intrínsecos que me empujaron a realizar estos estudios, fue sin duda, la vocación. Siempre he buscado concienciarme de lo que pasa realmente en el mundo, de la injusticia y los problemas que existen y que poca gente quiere ver. Hemos de tener, a mi juicio, siempre muy presente, lo que está pasando más allá de nuestros ojos (desigualdad de clases sociales, menores, personas mayores, mujeres…). Siempre me he interesado por el compromiso social. Si bien, he de decir que me despertaba y aún me sigue despertando más interés la educación social que el trabajo social. Estoy dispuesta a optar por una buena profesión, si bien poco millonaria, sí interesante, que despierte en mí cada día interés y ganas de trabajar, sentirme motivada, antes que una profesión en la que nunca estaría a gusto. Entre mis aspiraciones, las cuales me empujaron personalmente a optar por esta profesión, está el ámbito de menores, drogadicción y mujeres.

Inteligencia. Relación entre memoria, motivación y experiencia

ALGUNOS ASPECTOS PEDAGÓGICOS DEL APRENDIZAJE ADULTO

Entre los más importantes , se encuentran: la inteligencia, la memoria, la motivación y la experiencia.

Una de las cuestiones que más preocupa a la hora de plantearse el desarrollo humano, es el desarrollo mental. De hecho, lo que inquieta especialmente, en este sentido, es el hecho de saber cómo evoluciona esta capacidad con el paso de los años, esto es, si el factor cronológico conlleva a su declive. Se ha pensado durante mucho tiempo que las personas adultas tenían mayor dificultad para aprender que en la infancia y la adolescencia, y esto era debido a que la inteligencia disminuía a medida que avanzaba la edad (teoría del déficit). Al hablar de inteligencia, pues, nos estamos refiriendo a la capacidad de la persona para llevar a cabo la resolución de un problema o cualquier otra cuestión que se le plantea en su vida. Hemos de tener en cuenta que, además de la inteligencia, en el proceso de aprendizaje influyen también otros factores, como son la memoria, la motivación y la experiencia.

Cabe señalar que no podemos “medir” el desarrollo mental de las personas en base a pruebas mentales, pues, realmente, no son lo suficientemente verídicas para el análisis de las capacidades intelectuales de las personas adultas, puesto que en lo que al desarrollo mental respecta, la velocidad en estas personas disminuye, pero sus habilidades en el aprendizaje no.
Dicho esto, dedicándonos a la inteligencia, cabe señalar:

La inteligencia fluida (estructuras del sistema nervioso): es la inteligencia que tiene la persona que está relacionada con el desarrollo

La inteligencia cristalizada (habilidades de la propia cultura): está unida a la adquisición de habilidades y construcción general de la inteligencia que está pasada por la experiencia. Ocurre en personas de aproximadamente 35 años no tienen esta agilidad mental que puede poseer un joven, pero la causa no es la torpeza, sino, porque, por ejemplo, un joven aprende idiomas desde pequeño, pero la persona adulta no. Basta con comprar nuestro aprendizaje de informática con el que tuvieron nuestros padres y nuestros mayores, pues éste para ellos fue nulo. Cuando una persona llega a los 60 años posee un impedimento, que es la disminución de la psico-motricidad, pero ello no significa que no tenga inteligencia, sino lentitud en sus reflejos.

Así pues, en la inteligencia influyen 2 factores fundamentales: la herencia y el ambiente.
Cabe señalar que los mayores suelen poseer una mayor inteligencia cristalizada, pero no por ello disminuye la fluida. A medida que la persona se culturiza más, va creciendo la inteligencia cristalizada. Así pues, la flexibilidad cognitiva, en este sentido, se vuelve más rígida.
Por otra parte, cabría destacar la importancia que tiene el papel de la memoria dentro del aprendizaje, puesto que sin la asimilación y el posterior almacenamiento de los conocimientos y la información que llegan a la persona (memoria), aquél no sería posible. Podemos definir la memoria como la capacidad para evocar información o procesos previamente aprendidos.

En cuanto a la motivación, hemos de señalar que su papel también es fundamental en dicho proceso de aprendizaje, que también se encuentra interrelacionada con la satisfacción. Asimismo, siguiendo a Pérez Serrano, hay diversos motivos a tener en cuenta en lo que a la motivación se refiere: motivos internos (satisfacción) y externos (resolución de problemas). La motivación es el estado o disposición del individuo que lo inclina a cierto comportamiento o a la consecución de determinadas metas.

Ciñéndonos, en este punto, en la experiencia, hemos de señalar que se trata de una fuente natural de conocimiento, y el proceso por el cual la persona ha ido adquiriendo saberes y conocimientos, habilidades, competencias, actitudes, etc., todo ello producto de sus relaciones con el ambiente que le rodea. En conclusión, puede afirmarse que a medida que el sujeto va adquiriendo más vivencias, esto es, se va nutriendo de experiencias, mayor será el grado de flexibilidad en su desarrollo mental, así como su adaptación. La experiencia, pues, se refiere a los conocimientos, aptitudes, habilidades y actitudes adquiridos a lo largo de la vida a través de contextos de educación formal, no formal e informal.

¿QUÉ SE ENTIENDE POR EDUCACIÓN DE PERSONAS ADULTAS? TÉRMINOS AFINES

Sabemos que, durante los últimos años, han ido surgiendo denominaciones muy diversas que inciden, por un lado, en distintos ámbitos de la EPA, y por otra, se emplean como equivalentes. Así pues, es conveniente analizar sintéticamente, algunos de los términos que aparecen con mayor frecuencia, tales como:

Andragogía
Atribuido al alemán Alexander Knapp por la mayoría de los expertos, si bien, Hanselman (1951) fuera quien lo identificara más concretamente como el componente filosófico y teórico de la educación de adultos. Etimológicamente, significa conducción del varón, por lo que, mientras que la Pedagogía se encontraría limitada a la educación del niño, esta ciencia alude a la educación del hombre.
Este término se emplea para indicar la ciencia de la educación de adultos que está centrada, no sólo en la instrucción, sino también en la formación humana y social. Uno de sus principales promotores, Knowles (1980), la define como el arte y la ciencia de ayudar a los adultos a aprender y el estudio de la teoría, los procesos y la tecnología aplicados a dicha finalidad. Así pues, la hipótesis principal que los defensores de este ámbito sostienen radica en considerar a la educación de adultos como un campo formativo especifico, con una identidad y problemática claramente diferenciada de la educación de los más jóvenes, es decir, de la pedagogía. Se trata, pues, de un ámbito profesional relativamente nuevo que es ahora cuando empieza a ser reconocido.

Educación Popular
Este término se vincula a la Educación de Personas Adultas en muchos lugar, y en la mayoría de los casos como reacción a una enseñanza muy asociada a la escuela y teórica en la que quedaba marginada la cultura tradicional de los pueblos.
La educación popular es una respuesta autónoma de los sectores populares ante la Educación dominante impartida a través del Estado o el Mercado. Es un espacio de autoeducación, en el cual se reflexiona críticamente a partir de las propias experiencias y formas de vida en contraposición con la educación burguesa y los valores que enseña. (Wikipedia)
En este contexto, es necesario hacer referencia a los planteamientos de Paulo Freire, una de las principales figuras de esta práctica educativa, quien consiguió cambiar las practicas educativas con los adultos. Su denominada pedagogía de la liberación propone un tipo de educación en la que los hombres se instruyan entre ellos, transformándose y transformando el mundo. Freire puso en práctica un plan de alfabetización de los oprimidos y divulgó por el mundo sus ideas al respecto. Es un modelo de ruptura en relación muchas veces con las prácticas de resistencia. Además, está íntimamente ligada con la desnaturalización de la realidad y la transformación radical de la sociedad. Tiene como base un método activo, fundado en el dialogo, la crítica y la formación de juicio. Esta educación liberadora o transformadora parte de la toma de conciencia o concienciación, pues abre el camino a la expresión de las insatisfacciones reales, el cambio de la misma y el diálogo que impulse el compromiso de la transformación que supone contar con el alumno, pues lo que existe es un educador-educando y un educando-educador.
Educación Recurrente
La educación recurrente supone la apertura del sistema formal para que se pueda volver a él. Según lo establecido por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), la Educación Recurrente se define como:
“Una amplia estrategia para la etapa siguiente a la educación obligatoria o básica; su característica esencial es la distribución de la educación a lo largo de la vida del individuo de manera recurrente, es decir, alternando con otras actividades, principalmente con el trabajo, pero también con el ocio y el retiro” (CERI, 1977).
Así pues, nos referimos a la alternancia cuando hablamos de una ruptura con la práctica habitual que suministra a la persona de un amplio e permanente periodo de aprendizaje con distinguida dedicación, previamente al ingreso en la vida laboral. Del mismo modo, abarca todos los sistemas que ofrecen servicios educativos sobrepuestos al nivel básico, con la finalidad de garantizar el acceso a la educación postobligatoria durante toda la vida, esto es, de manera permanente.

Educación Continua
Podemos definir la educación continua como el “Proceso orientado a mantener una formación integral, en virtud que la educación no se limita a un espacio o edad determinada, ni es una actividad que se reserva a individuos o grupos privilegiados por condiciones económicas o sociales. Es un constante perfeccionamiento que ocurre en todos los momentos de la vida y no excluye edad. Aspira el desarrollo integral de las personas ayudándoles a descubrir y desplegar todas sus capacidades. Persigue además, la meta de una formación completa de todos y cada uno de los seres humanos, con una especial atención permanente a los nuevos conocimientos y posibilidad de incorporarlos para evitar la desactualización”.
(Facultad de Odontología: http://www.odont.ucv.ve/educacion_continua/)

Actualmente, la disposición más extendida revela que se trata de un modelo orientado a atender a una necesidad o una demanda educativa específica de personas o grupos, cuyo fin es actualizar o bien completar determinados conocimientos que ya fueron adquiridos, y que tratan de utilizar en sus vidas. Cabe señalar que en estos últimos años, el empleo del término formación continua está adquiriendo gran fuerza y protagonismo, el cual pone el énfasis en la adquisición de aprendizajes de perfeccionamiento profesional, así como el de formación profesional continua, que, si bien posee un sentido similar, delimita el campo con mayor precisión.

Para finalizar, cabe añadir a modo de conclusión que, en este sentido, en determinados contextos geográficos, la educación popular es utilizada como sinónimo de Educación de Personas Adultas. Por su parte, la andradogía nace como discurso teórico sobre la Educación de Adultos. De otra parte, la llamada educación recurrente se considera una estrategia adecuada para su puesta en práctica, mientras que la educación continua se relaciona cada vez más a menudo con el perfeccionamiento profesional, como se ha señalado en líneas anteriores.

ETAPAS DE LA EDAD ADULTA

En lo que se refiere a las tres etapas en que podemos dividir la adultez (temprana, media y tardía), qué recomendaciones educativas harías para cada una de ellas.

Previamente, y a modo de resumen, cabe citar aquellos elementos que más frecuentemente se observan en cada periodo de la edad adulta:


- Adultez temprana (desde los 18-20 a los 35-40 años): acceso a la edad legal; enfrentamiento por vez primera con el mundo del trabajo; formación del núcleo familiar propio, que abarca la elección del cónyuge y la constitución de una familia; cumplir con derechos cívicos que obligan moralmente.


- Adultez media (hasta los 65 años): mayor productividad, especialmente intelectual y artística; consolidación de los roles profesionales y sociales; se alcanza el máximo grado de autorrealización; época de mayor contribución socioeconómica y política; ligera declinación en las funciones físicas; riesgo de alejamiento forzoso del mundo laboral.

- Adultez tardía o avanzada(a partir de los 65 años): disminución de actividades sociales; los intereses se vuelven menos intensos; aparición de afecciones crónicas; descenso de la capacidad para el trabajo físico e intelectual.

En relación con las características propias de cada periodo, se establecen indiscutibles consecuencias educativas, que han de ser tenidas en cuenta a la hora de planificar y desarrollar toda intervención formativa con personas adultas. Así pues, y de modo general, puede establecerse que en la etapa de la adultez temprana, puesto que una de las motivaciones más importantes es el acceso al mundo del trabajo, la actividad educativa debe organizarse para favorecer la satisfacción del mencionado interés.


Por su parte, en la etapa de la adultez madura, donde generalmente ocurre la promoción y consolidación profesional, lo cual genera el interés por la consolidación e impulso dentro de ésta. Como recomendación educativa, sería de gran utilidad la formación en ejercicio encaminada a éste propósito. Puesto que el hecho de una posición económica reafirmada y el deseo de disfrutar de los bienes de la vida producen, de forma general, un reforzamiento de las relaciones, así como el deseo de ocupar de forma satisfactoria el tiempo libre con el disfrute de bienes culturales, la acción educativa oportuna puede contener la dinamización de proyectos de acción comunitaria.


En cuanto a la etapa de la adultez tardía, la jubilación o la proximidad a ella puede llegar a ofrecer oportunidades para la formación de los adultos, con la finalidad de prepararles para la acomodación a ésta, para enfrentarse a los problemas de salud, así como para el disfrute de la cultura sin un horario laboral fijo establecido.

DEFINICIÓN DE PERSONA ADULTA

Etimológicamente la palabra adulto significa “el que ha crecido”.

La adultez se considera como periodo evolutivo más largo y característico de la vida de la persona, si bien posee diversas definiciones, todas ellas sujetas a relevantes variaciones culturales que conllevan connotaciones muy diferentes.

En nuestra cultura, por adulto/a se entiende a la persona que ha dejado de crecer y se encuentra situado entre la adolescencia y la vejez. En esta perspectiva, predominan el aspecto fisiológico y biológico. Asimismo, precisar a qué edad puede fijarse el final de este crecimiento orgánico es difícil, pues la evolución del organismo, como sabemos, es continua, por lo que sí que se puede distinguir un adulto de un joven y un anciano, pero no podemos saber en qué momento exacto comienza el individuo a llamarse adulto.

Desde el punto de vista antropológico, este término se muestra algo relativo, pues está supeditado al pensamiento o idea propia de la colectividad de referencia. En esta línea, podemos comprobar que mientras que en nuestra sociedad moderna consideramos el hecho de ser adulto cuando se deja de ser joven, en las sociedades antiguas y en las primitivas, sin embargo, la juventud no existe, no se pasa de niño a adulto, y no suele separarse la adultez de la ancianidad, pues al anciano también se le considera adulto.

Jurídicamente, este concepto determina lo que conocemos como la mayoría de edad, es decir, la edad que, según la ley, debe tener un sujeto para poder “disponer de sí”, para decidir sobre sus intereses. Argumenta que el individuo vive y actúa en la sociedad según su propia responsabilidad y no bajo la tutela de otros. Así pues, dicha mayoría de edad está determinada por diversos criterios (psicológicos, sociales, políticos y culturales) y por la ley, y varía según la época, el lugar y el medio social. En este sentido, en la mayor parte de Occidente, se llega a la mayoría de edad a los 18 años, y lleva consigo el derecho al voto.

A nivel pedagógico, la diferencia más evidente entre la persona adulta y el menor de edad está en el hecho de que la principal función social de éstos últimos es la asistencia a la escuela, mientras que la persona en edad adulta está sujeta a otras funciones prioritarias.

Desde el punto de vista psicológico se emplea como sinónimo de madurez de la personalidad como estado ideal. Podemos entender por persona madura como la persona responsable de la propia conducta que posee plenitud de juicio, serenidad y dominio de sí mismo y que actúa de forma autónoma y realista. Así pues, muchos psicólogos estiman la adultez como un estado, meta o aspiración de definición compleja, pero equivalente al de una personalidad madura, que, para Allport (1978) significa que la estructura del ser adulto está compuesta de una serie de rasgos, tales como: extensión del sentido de sí mismo, capacidad de establecer relaciones con otras personas, estabilidad emocional y aceptación de sí mismo, realismo en la percepción y actuación, objetividad en el propio conocimiento y posesión de un proyecto de vida.

En el sentido social, por su parte, generalmente se considera persona adulta a la que persona integrada y que ocupa un puesto en la sociedad, lo que lleva consigo determinadas responsabilidades y derechos. En este contexto, esta situación supone el hecho de haber superado un proceso que se desarrolla a lo largo de las diversas etapas anteriores de su vida, como son la infancia, la adolescencia y la juventud, dentro del ámbito familiar, escolar y el grupo de iguales.

En conclusión, en mi opinión, todas estas definiciones en conjunto describen una etapa fundamentalmente interesante de la vida humana.


Tras conocer los testimonios de tres personas en diferentes etapas de su vida (adultez temprana, media y avanzada, respectivamente), he podido llegar a la conclusión de que hoy día existen más oportunidades de formación en las personas adultas que antaño. Al preguntar a una persona ubicada en la etapa de adultez media (49 años) qué es ser adulto, afirma que esta etapa de la vida significa el paso a la madurez, a poseer la capacidad de llevar a cabo una mayor responsabilidad, dejar atrás la etapa anterior para ejercer roles diferentes, destinado a una vida laboral, dejar atrás la etapa estudiantil, para pasar a otra etapa importante en la vida, pasando por diferentes momentos, como la estabilidad de un empleo, las responsabilidades de un hogar, ser padre, etc. Según el testimonio de una persona que se encuentra en la etapa denominada adultez madura (85 años), el pensamiento del paso a la adultez es bastante diferente al de ahora. Tanto en la época de esta persona como la primera, ambos coinciden en que no se tenían las oportunidades que actualmente se dan con respecto a la educación, pues la mayoría de las personas abandonaban los estudios al llegar a una cierta edad, 14 años aproximadamente, para pasar al terreno laboral, pues los recursos económicos de la mayoría de las personas de clase media y baja obligaban a buscar recursos económicos para poder subsistir. Según exponen, sólo unos pocos eran los “privilegiados” de poseer una formación más allá de cierta edad, como hijos de ministros, gente pudiente, con recursos económicos más altos, etc. Asimismo, el porcentaje de analfabetismo era bastante alto. Por su parte, desde la perspectiva de una persona establecida en la etapa de adultez temprana (23 años), las cosas en este contexto han variado considerablemente. Hoy no es extraño encontrar personas de edad adulta avanzada cursar estudios y continuar su formación, así como personas que tuvieron que dejar los estudios por diversos motivos y ahora lo han vuelto a retomar. Ella misma continua estudiando una carrera, y afirma que continuará su formación, compaginándola con la vida laboral, pero no tiene pensamientos en abandonarla. Las oportunidades de otorgar una educación permanente se hace cada vez más relevante en nuestra sociedad, algo muy beneficioso, pues el mismo ritmo de la vida y de la sociedad conlleva a nuevos conocimientos y avances tecnológicos, y con ello, a la necesidad de formarse y renovarse continuamente. La educación de personas adultas se considera una formación básica y muy a la orden del día, y cada vez más necesaria, pues es muy importante poseer una educación permanente, es decir, una formación para toda la vida, con independencia a la edad.

ANÁLISIS DE TEXTOS

Cuál es el concepto de formación de personas adultas que se deriva en cada texto, el perfil de los formadores y educadores y los objetivos y finalidades que se desprenden de las ideas manifestadas.

Texto 1
“Las escuelas de adultos no se conocen todavía en España sino como establecimiento destinados a suplir la falta de instrucción primaria en los que han dejado de adquirirla en su infancia”. (Gil de Zárate, 1852)

Como podemos observar, en este primer texto destaca como finalidad principal paliar el analfabetismo, pues, tal y como se indica, en el siglo a principios de la segunda mitad del siglo XIX, aún no se conocían en España las escuelas de adultos, algo que se consideraba imprescindible para conseguir este objetivo. Así pues, la educación, tal y como percibimos en el texto, y ciñéndonos en la fecha en la que se establece el mismo, se destinaba únicamente a la enseñanza básica, pues aún no se habían establecido las leyes oportunas que otorgaban la oportunidad de una formación permanente adecuada. Si bien, una de las primeras alusiones a la Educación de Adultos en la legislación española se encuentra en el Reglamento General de Instrucción Pública de 1821, en donde, en el artículo 120 se expone que “se establecerán escuelas públicas en que se enseñe a las niñas a leer, escribir y contar, y a las adultas las labores y habilidades propias de su sexo”. La diferenciación de sexos, como podemos ver, resultaba evidente. Aunque este reglamento no se puso en práctica al proclamarse rey absoluto Fernando VII. Así pues, la ley de instrucción primaria del 21 de julio de 1838, llamada “ley Someruelos”, en su artículo 37, solamente compromete al Estado en la conservación y fomento de escuelas de adultos. En aquella época, Gil de Zárate afirmaba lo expuesto en este texto. Según este autor, en lo que a estos establecimientos concierne, se trata de “escuelas que sirven de complemento a las elementales, ya para afirmar a los jóvenes en la instrucción adquirida, ya para ampliarla en los ramos que tienen mayor aplicación a cada localidad, y como tal, no han logrado establecerse, y aún bajo el primer aspecto no encuentran tampoco grandes simpatías. En el año 1850 estaban reducidas a 264”.

Texto 2
“Existe una institución que figura como la primera de las que pueden favorecer la instrucción general: las Escuelas de adultos, a las que es dado anticipar el período de generalización de la enseñanza primaria, pues ellas concurren personas que por su edad se han sustraído ya a las influencias de las escuelas comunes.” (Circular de 20-XII-1865)

Como podemos apreciar, el concepto de educación de adultos aún no posee un significado correctamente definido y consolidado, pues, como apreciamos en su fecha, ello es debido a la falta de un marco legislativo en el que se diera, si bien, hasta la Ley de instrucción primaria del 9 de septiembre de 1857, denominada Ley Moyano, no existía una normativa estatal que implicara al gobierno de la nación en obligaciones educativas con las personas adultas, y hasta ese momento, eran los ayuntamientos y las diputaciones las encargadas de esto sector educativo y los maestros eran generalmente personal voluntario y diferente del de las escuelas primarias. Así pues, esta ley era la única vigente en esa fecha. Con la misma, el Estado se obligaba, no solamente a “fomentar establecimientos de lecciones de noche o de domingo para los adultos cuya instrucción haya sido descuidada o quieran adelantar en conocimientos, sino que se comprometía a crear en todos los pueblos de más de 10000 habitantes enseñanzas de este tipo. Y la forma más habitual era a través de las así llamadas escuelas de adultos. Si bien, debe tenerse presente que, debido a diversas causas, la calidad de esta enseñanza dejaba mucho que desear aún, pues no era de gran calidad y era difícil que los objetivos propuestos llegaran a conseguirse. El desarrollo de estas enseñanzas, según fuentes demostrativas, no solamente era escaso y desigual, si no que no respetaba las mínimas condiciones de la calidad de la enseñanza.


Texto 3
“Estas enseñanzas para los adultos y aprendices que no requieren por lo general nuevos locales, que suelen darse de noche; que no exigen aumento de Profesores, pues han de consagrarse a ellas los titulares de cada pueblo, los párrocos u otras personas que quieran prestar tan importante servicio, que deben comprender, según las localidades, explicaciones de procedimientos industriales, agronómicos, o lecciones de música y dibujo, con que importa enriquecer la educación popular, merecen llamar muy preferentemente la atención de V.S., que deberá dedicar cuantos medios le sugieran su celo y experiencia para acrecentarlas y difundirlas.” (Circular de 20-XII-1865).

En el citado texto, se puede observar que existe una perspectiva más amplia sobre esta enseñanza, pues no sólo se basa en impartir una educación básica a las personas adultas, como leer y escribir, sino que también se da importancia al conocimiento de procedimientos industriales, agronómicos, música y dibujo, con el fin de enriquecer la educación popular, esto es, se da importancia a la educación del pueblo.

Lo que más destaca de ello, es el deseo de que el gobierno tome partido en esta enseñanza, y se presten los recursos necesarios para acrecentar y difundir la educación popular. La legislación española sobre personas adultas de estos años responde a la concepción de esta enseñanza muy centrada en la alfabetización. La escasa legislación existente hasta la década de los años setenta vincula de manera sistemática la Educación de Personas Adultas al analfabetismo. De hecho, a nivel administrativo, está situada dentro del marco de la Inspección de Enseñanza primaria. En este sentido, esta enseñanza se enfoca hacia el objetivo de la enseñanza de las primeras letras a todas las personas adultas.

Así pues, como se puede observar en el texto, los voluntarios que impartan estas clases han de poseer conocimientos y competencias de arte, pintura, música, etc. Es necesario puntualizar que, tal como se expone en el texto, la enseñanza a las personas adultas debían impartirse de noche.

Texto 4
“La escuela primaria debe ensanchar el límite de sus posibilidades, ofreciendo a los adultos soluciones de orden a una completa educación, bien esencialmente cultural, para aquellos que no pueden luego cultivar superiores estudios científicos o literarios, bien con aplicaciones de prácticas profesionales para los alumnos de los últimos grados, de modo que una u otra dirección sirvan de estímulo y atractivo para prolongar voluntaria y útilmente la edad escolar de los adultos, sin la imposición de preceptos que fácilmente se ordenan y difícilmente se cumplen”. (RD, 25-IX-1922).

Aquí vemos, claramente, que nos encontramos en una segunda etapa en la Educación de Adultos, donde la preocupación se centra fundamentalmente en ofrecer a las personas una segunda oportunidad que sustituya a la que no tuvieron en la edad infantil, considerada entonces como la más apropiada también para los adultos. Este texto se manifiesta en 1922, si bien no es hasta a partir de los años 60 cuando el planteamiento comienza a ser distinto, el marco teórico también inicia una nueva andadura y sin duda el contexto sociológico europeo comienza a influir más directamente.

Analizando nuevamente el texto, observamos que ya se habla de una educación completa, bien esencialmente cultural, bien con aplicaciones prácticas profesionales. Se está hablando de dos de los elementos esenciales de la educación de adultos, la educación cultural y la orientada al ámbito profesional. Así pues, vemos como se va abriendo paso un mayor reconocimiento a la educación de personas adultas, si bien, no se toma verdadera consideración como tal hasta la promulgación de la Ley general de Educación y Financiación de la Reforma Educativa del año 1970, donde ya se habla de Educación Permanente. Es a partir de esta fecha cuando comienza a producirse un aumento considerable de órdenes, decretos e incluso, en las comunidades autónomas, leyes específicas sobre la Educación de Personas Adultas.





COMENIO Y CONDORCET

JEAN AMOS COMENIUS (1592-1670)
Este autor, considera padre de la didáctica, busca entre sus metas el que la educación esté destinada a todas las personas, sin exclusión de sexo, raza, edad, etc. Afirma el autor que la educación tiene un carácter continuo, abarcando este proceso desde el nacimiento de la persona hasta el fin de sus días, esto es, toda la vida. Así pues, queda lejos de lo que se entiende como proceso que únicamente abarca una etapa limitada de la vida. Asimismo, otorga especial importancia a la consideración de la no limitación de la edad y la diferenciación de clases sociales en lo que al derecho de la educación concierne.

NICOLÁS DE CONDORCET (1743-1794)
El autor Condorcet, considerado éste promotor político de la Educación de Adultos en su Informe y proyecto de decreto sobre la organización general de la instrucción pública, nos habla de la importancia de la instrucción, que debería extenderse a todas las edades, sin abandonar a las personas en el momento en el que abandonan las escuelas. Nadie debería quedar excluido, en palabras del autor, a la posibilidad y utilidad de aprender. El autor hace especial hincapié en la importancia de conseguir la igualdad de formación para todas las personas, y asimismo, paliar la injusticia social en materia de acceso y derecho a la educación.
El autor considera que la enseñanza ha de ser universal, esto es, para todos los ciudadanos, con igualdad de oportunidades entre todos, sin limitaciones por edad, nivel económico o clases sociales, con el fin de que todos tengan el derecho que les pertenece de conservar sus conocimientos o adquirir otros nuevos.

Ley de 1970, LOGSE, LOE Y LEA

Desarrolla un análisis comparativo de las previsiones que, en materia de Educación de personas adultas, desarrollan la Ley de 1970, la LOGSE, la LOE y la LEA.

En el artículo 10 de la Ley de Educación de Andalucía, concerniente a los Principios generales de la educación permanente de personas adultas, se expone la finalidad de este tipo de educación de ofrecer a todos los mayores de dieciocho años la posibilidad de adquirir, actualizar, completar o ampliar sus conocimientos y aptitudes para su desarrollo personal o profesional. Asimismo, y excepcionalmente, podrán cursar estas enseñanzas las personas mayores de 16 años que lo soliciten. A tales efectos, la Administración de la Junta de Andalucía promoverá la implantación de una oferta de enseñanzas flexible que permita la adquisición de competencias básicas y de titulaciones a este sector poblacional.
En cuanto a los planes educativos, reflejados en el artículo 108 de la misma, se consideran como tales las siguientes actividades formativas:
- Formación básica, dirigida a personas adultas que no han adquirido la titulación básica
- Preparación para la superación de pruebas para la obtención de títulos oficiales o de acceso a otros niveles del sistema educativo
- Formación en tecnologías de la información y la comunicación, en lenguas extranjeras y para el fomento de la cultura emprendedora y del espíritu empresarial
- Formación para el conocimiento y conservación del medio ambiente y la sensibilidad, para la adquisición de hábitos de vida saludable y para la prevención de enfermedades y de riesgos laborales
- Otras actividades que contribuyan a la formación a lo largo de la vida
En lo referente a lo establecido en la Ley de 1970 del Sistema educativo, es necesario puntualizar lo más destacado en ésta. Así pues, en el artículo 42 de la misma, se expone que corresponderá al Gobierno la aprobación de los planes de estudio de Formación Profesional en sus distintos grados, que serán elaborados por el Ministerio de Educación y Ciencias. Es en el capítulo IV de dicha ley el referente a la Educación permanente de adultos. Ciñéndonos al artículo 44, observamos que mediante Centros especialmente creados con este fin o a través de grupos específicos en los Centros ordinarios, se ofrecerá la posibilidad:
- De seguir estudios equivalentes a la Educación General Básica, Bachillerato y Formación Profesional a quienes, por cualquier razón, no pudieron cursarlos oportunamente
- De perfeccionamiento, actualización y readaptación profesional, así como la extensión cultural a distintos niveles
Dentro de su función de educación permanente, las Universidades deberán organizar por sí solas cursos de perfeccionamiento.
El Estado estimulará la iniciativa privada a los efectos de lo dispuesto en este artículo.
El artículo 45 de dicha ley dispone que la planificación de las actividades de educación permanente de adultos se basará en investigaciones sobre las necesidades y aspiraciones de los distintos grupos sociales, sobre el contenido de los programas, los métodos que requiere la acción en función de la diferente índole de las profesiones, los distintos niveles de calificación, las condiciones específicas de las técnicas de comunicación, la psicología de los adultos y los valores e ideales básicos de la sociedad. Así pues, el mismo artículo también establece que corresponde al Ministerio de educación y Ciencia impulsar, planificar y supervisar la educación de adultos. Del mismo modo, incumbe al Ministerio de Educación y Ciencias aprobar y supervisar la realización de los programas de educación de adultos formulados por las Corporaciones, Asociaciones y Entidades, establecer los planes y programas para la formación de educadores de adultos y convalidar los estudios de este género.
Al referirnos a la LOGSE (años 90), hemos de fijarnos en el Título III de la misma, correspondiente a la Educación de las Personas Adultas. En el artículo 53 se expone que las Administraciones educativas, en las condiciones que al efecto se establezcan, organizaran prueba para que los adultos mayores de 23 años puedan obtener directamente el título de Bachiller. Igualmente se organizarán pruebas para la obtención de títulos de Formación Profesional en las condiciones y en los casos que se determinen. Asimismo, se muestra que los mayores de 25 años podrán ingresar directamente en la Universidad, sin necesidad de titulación alguna, mediante la superación de una prueba específica.
De acuerdo con la LOE (2006), es en el Capítulo IX donde se habla de la Educación de Personas Adultas. En los objetivos y principios, ubicados en el artículo 66, se expone que la educación de personas adultas tiene la finalidad de ofrecer a todos los mayores de 18 años la posibilidad de adquirir, actualizar, completar o ampliar conocimientos y aptitudes para su desarrollo personal y profesional. Dentro del artículo 67, correspondiente a la Organización, se muestra que además de las personas adultas, excepcionalmente, podrán cursar estas enseñanzas los mayores de 16 años que lo soliciten. Como podemos comprobar, estos dos últimos puntos se establecen del mismo modo en el artículo 10 perteneciente a la LEA. Así pues, en mencionado artículo 67 de la LOE, se expone que las Administraciones educativas estimularán la realización de investigaciones y la difusión de prácticas innovadoras en el campo de la educación de las personas adultas. En el artículo 68, por su parte, se establece la correspondencia a las Administraciones educativas, en el ámbito de sus competencias, para organizar periódicamente pruebas para que las personas mayores de 18 años puedan obtener directamente el título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria, siempre que hayan alcanzado las competencias básicas y los objetivos de la etapa.