martes, 9 de junio de 2009

ETAPAS DE LA EDAD ADULTA

En lo que se refiere a las tres etapas en que podemos dividir la adultez (temprana, media y tardía), qué recomendaciones educativas harías para cada una de ellas.

Previamente, y a modo de resumen, cabe citar aquellos elementos que más frecuentemente se observan en cada periodo de la edad adulta:


- Adultez temprana (desde los 18-20 a los 35-40 años): acceso a la edad legal; enfrentamiento por vez primera con el mundo del trabajo; formación del núcleo familiar propio, que abarca la elección del cónyuge y la constitución de una familia; cumplir con derechos cívicos que obligan moralmente.


- Adultez media (hasta los 65 años): mayor productividad, especialmente intelectual y artística; consolidación de los roles profesionales y sociales; se alcanza el máximo grado de autorrealización; época de mayor contribución socioeconómica y política; ligera declinación en las funciones físicas; riesgo de alejamiento forzoso del mundo laboral.

- Adultez tardía o avanzada(a partir de los 65 años): disminución de actividades sociales; los intereses se vuelven menos intensos; aparición de afecciones crónicas; descenso de la capacidad para el trabajo físico e intelectual.

En relación con las características propias de cada periodo, se establecen indiscutibles consecuencias educativas, que han de ser tenidas en cuenta a la hora de planificar y desarrollar toda intervención formativa con personas adultas. Así pues, y de modo general, puede establecerse que en la etapa de la adultez temprana, puesto que una de las motivaciones más importantes es el acceso al mundo del trabajo, la actividad educativa debe organizarse para favorecer la satisfacción del mencionado interés.


Por su parte, en la etapa de la adultez madura, donde generalmente ocurre la promoción y consolidación profesional, lo cual genera el interés por la consolidación e impulso dentro de ésta. Como recomendación educativa, sería de gran utilidad la formación en ejercicio encaminada a éste propósito. Puesto que el hecho de una posición económica reafirmada y el deseo de disfrutar de los bienes de la vida producen, de forma general, un reforzamiento de las relaciones, así como el deseo de ocupar de forma satisfactoria el tiempo libre con el disfrute de bienes culturales, la acción educativa oportuna puede contener la dinamización de proyectos de acción comunitaria.


En cuanto a la etapa de la adultez tardía, la jubilación o la proximidad a ella puede llegar a ofrecer oportunidades para la formación de los adultos, con la finalidad de prepararles para la acomodación a ésta, para enfrentarse a los problemas de salud, así como para el disfrute de la cultura sin un horario laboral fijo establecido.

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